En cada Planeación de Scrum, me he encontrado frente a la gran pregunta: ¿cuánto trabajo podemos comprometer este sprint?
Esta pregunta siempre se repite, sprint tras sprint, y cada vez la he sentido como un baño de agua fría. Finalmente, los desarrolladores seguimos siendo esos seres que nos asustamos con facilidad cuando estamos en situaciones de presión, y tendemos a decir que sí ante lo que nos impongan, pero saldremos de allí tristes, aburridos y hasta pensando en la progenitora de quien nos hizo comprometernos con más esfuerzo del que somos capaces de realizar en un solo sprint.
Entonces, ¿cómo podríamos suavizar el resultado y comprometer lo que realmente somos capaces de cumplir?
La respuesta la tenemos desde una gran práctica que viene de eXtreme Programming (XP): miremos hacia atrás.
Cuando vamos a salir de casa en las mañanas, para poder escoger la ropa que usaremos, recordamos cuál fue el clima que hubo ayer: si ayer llovió, hoy me llevaré ropa abrigada; si ayer hizo calor, llevaré ropa fresca. El clima de ayer podría ayudarnos a conocer el clima que hará hoy. No es 100% seguro que el clima sea el mismo, pero al menos nos dará una muy buena aproximación a lo que será.
Así mismo podemos valernos de el clima del sprint anterior: si lo tomamos como una base, podríamos acertar con una gran probabilidad de éxito. Si en el sprint que acabamos de terminar logramos finalizar con 20 puntos de esfuerzo (se me ocurrió este número al azar, pudo ser 17 o cualquier otro número), pues el siguiente sprint deberíamos poder cumplir con 20 puntos, con una gran probabilidad de que se pueda cumplir.
«Si el equipo pudo hacer 20 puntos en sprint anterior, ¿por qué no nos retamos a hacer 22 este sprint?»
Mi yo del pasado
Antes, yo solía pensar que podríamos ser aventureros y retarnos como equipo a realizar un esfuerzo mayor para nuestro siguiente sprint. El resultado siempre era el mismo: no alcanzábamos el logro, se generaba malestar, frustración y roces innecesarios dentro del equipo, los que estaban a favor y los que estaban en contra de aceptar el reto.
No prometer más de lo que hicimos ayer nos asegura cumplir con el compromiso completo, nos permite lograr alcanzar la meta, el objetivo del sprint, el incremento que esperan el PO y los interesados, y ¡la felicidad del equipo!
Los proyectos se desarrollan en torno a individuos
Principios del Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Software
motivados. Hay que darles el entorno y el apoyo que
necesitan, y confiarles la ejecución del trabajo.
Es mejor para la motivación del equipo el comprometerse con un alcance seguro dentro del sprint, que puedan cumplir y que les de la satisfacción del deber cumplido, que comprometerse con más de lo que son capaces y fallar en el intento.
Continuando con el ejemplo de los 20 puntos, si el equipo logra terminar antes los 20 puntos del compromiso y aún tiene tiempo disponible en el sprint, pues tomarán una historia de la parte superior del Backlog, una de gran prioridad y con el tamaño suficiente para poder ser terminada dentro del tiempo que queda del sprint. Digamos que esta historia fuera de 2 puntos, con lo cual el equipo finalizaría 22 puntos en el sprint.
Si se logra entregar un incremento con una historia adicional a las que se comprometieron, la motivación y la felicidad serán compartidas por el equipo, por el PO, por los interesados, y por todos los que estuvieran involucrados y a la espera del incremento.
El siguiente sprint, el equipo estaría en completa libertad de tomar los 20 o los 22 puntos que se lograron cumplir, siguiendo el clima de ayer.
«Comprometamos los mismos 20 puntos que logramos completar el sprint pasado, pero tengamos a la vista una historia que pudiéramos tomar si logramos terminar antes nuestro compromiso.»
Mi yo de hoy
Referencias:
Este método lo encontramos en el el Scrum Book de Jeff Sutherland en el apartado: Yesterday’s Weather.
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Una respuesta a “El clima de ayer”
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